Jonah Freeman - Soft Math (Cloud in The Eyes)
6/9/2025
4/1/2026

Soft Math (Cloud in the Eyes) es la primera exposición individual en América Latina del artista neoyorquino Jonah Freeman, cuya práctica fusiona la narrativa experimental, la abstracción material y la lógica cinematográfica para explorar las infraestructuras ocultas de la vida contemporánea —tecnológicas, culturales y perceptuales.

La exposición se despliega como una serie de entornos densamente estratificados a lo largo de los espacios de LagoAlgo. Aquí, Freeman continúa su investigación de casi 20 años en torno a la creación de imágenes con su serie The Brick Paintings. En estas obras, imágenes capturadas por drones —máquinas creadas por el hombre que observan entornos igualmente creados por el hombre— son distorsionadas mediante una colocación intencional del color y transferidas a superficies de espejo pulido que devuelven al espectador su propio reflejo. Freeman incorpora luego capas de óleo, barniz de alto brillo, tinta curada con luz UV, película fotográfica derretida y celuloide envejecido, generando superficies que evocan reacciones químicas o formaciones celulares —extrañamente humanas, pero enteramente asistidas por la máquina.

“En un momento en que navegamos constantemente los límites difusos entre lo artificial y lo orgánico, lo digital y lo real, la práctica de Freeman refleja la ansiedad y la fascinación de nuestro tiempo. Sus obras funcionan como instrumentos reflectantes —tanto literal como conceptualmente— que nos obligan a confrontar la naturaleza cambiante de la percepción, la autoría y lo que significa ser humano en un mundo cada vez más moldeado por las máquinas”, señaló Carolina Alvarez-Mathies, Directora Artística de LagoAlgo.

Estas obras están envueltas en una instalación masiva de revestimientos murales codificados por color que parecen procesados a través de un escáner dañado: distorsionados, degradados y fragmentados. Los revestimientos convierten la propia arquitectura en una especie de infográfico defectuoso, donde los contornos espaciales se disuelven en campos de datos distorsionados. Estas superficies evocan las texturas de celuloide derretido de las pinturas y responden a las geometrías irregulares del espacio mismo. Freeman presenta además Soft Math (Cloud in the Eyes), un nuevo collage fílmico compuesto de material original y de archivo, acompañado de sus característicos bocetos de storyboard: un lenguaje visual que traza la construcción de sus películas y revela las fuentes de inspiración detrás de sus pinturas.

Jonah Freeman: Soft Math (Cloud in the Eyes) se presenta con el generoso apoyo de Grupo Habita.

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Para esta exposición, invitamos a Joshua Citarella—artista, escritor sobre cultura de internet, conductor de Doomscroll y fundador de Do Not Research en Nueva York—para contribuir con un ensayo que reflexiona sobre la obra de Jonah Freeman. Nos complace compartirlo a continuación.

La inteligencia artificial solía reproducir reflejos borrosos y distorsionados del mundo. Hoy en día, produce vídeos hiperrealistas en 4K con una fidelidad indiscernible. Esta nueva claridad de la visión mecánica parece corresponder a una irracionalidad más profunda por parte de los seres humanos: nos encontramos envueltos en formas cada vez más conspirativas y místicas de ver el mundo. Las máquinas parecen ahora pensar, mientras que los hombres han perdido la capacidad de razonar.

Lo que antes eran cuestiones de software y computación se ha extendido desde hace tiempo a la política y la filosofía. La digitalización se ha infiltrado en todos los aspectos de la vida. Las imágenes han comenzado a dar forma a una nueva realidad. Al reconfigurar el mundo a nuestra propia imagen, estas herramientas transformadoras desdibujan las distinciones tradicionales occidentales entre el hombre y la naturaleza. Las viejas divisiones están empezando a desmoronarse a medida que descubrimos capas más profundas de complejidad. Como sugiere un popular meme en línea, "toda la era de la computación ha hecho que nadie sepa exactamente lo que está ocurriendo."

En Jonah Freeman: Soft Math (Cloud in the Eyes), el artista Jonah Freeman explora las formas en que nuestro mundo cada vez más tecnológico ha transformado nuestra comprensión de la naturaleza, el entorno construido e incluso de nosotros mismos. A lo largo de dos películas ensayísticas, Decor Slip y Soft Math (Cloud in the Eyes), Freeman combina su experiencia científica con una curiosidad alquímica que nos invita a replantearnos las nociones convencionales de lo tecnológico y lo natural. El artista nos invita a una exploración psicodélica del surgimiento de patrones complejos y nuevas formas de inteligencia. Freeman se pregunta: ¿Es la mente humana en sí misma un patrón? ¿Se puede replicar la conciencia o construir algo similar a partir de ella? Al igual que el arroyo que se convirtió en carretera, que se convirtió en ciudad, que se convirtió en Internet, nos preguntamos: ¿qué vendrá después de nosotros?

En 2022, los astrónomos lograron la primera imagen registrada de un agujero negro. La icónica imagen no es una fotografía tradicional, sino que es en sí misma un producto de la computación. Se ha montado a partir de una gran cantidad de datos convertidos en forma visual. Para registrar objetos que están muy lejos o poco iluminados, se necesita una cámara con una apertura increíblemente grande. Para lograrlo, los investigadores construyeron un telescopio virtual, compuesto por una serie de observatorios radioastronómicos interconectados de todo el mundo, en el que la propia superficie de la Tierra se convierte en una cámara.

La computación a escala planetaria, un término acuñado por primera vez por el filósofo de la tecnología Benjamin Bratton, describe nuestros sistemas interconectados de software y hardware, desde lo natural hasta lo construido, que operan en una escala global, a nivel terrestre. A través de este acto histórico de producción de imágenes, la revolución tecnológica se ha vuelto co-constitutiva con la ecología.

Las tecnologías de vanguardia están volviendo a trazar patrones primordiales forjados a lo largo de un tiempo profundo. Mientras más aceleramos estos ciclos, más evidentes se vuelven sus modelos subyacentes. Así como los cauces de los ríos tallan pacientemente su trayecto a través de terrenos salvajes, abren un espacio para que los animales locales atraviesen la densa vegetación. Esta apertura en la maleza da paso primero a senderos humanos y más tarde a rebaños de ganado. Con el paso de los siglos, estos caminos de agricultores se transforman en rutas de comercio. Pronto, los adoquines ceden ante carreteras pavimentadas y, eventualmente, ante superautopistas urbanas. Junto a esos antiguos cauces hoy enterramos kilómetros de cable de fibra óptica que aumentan aún más la velocidad de nuestros intercambios.

La exposición está compuesta de diferentes cuerpos de trabajo; en Storyboard Collages, Freeman genera escenarios nuevos e improbables que buscan abarcar un amplio espectro de posibilidades futuras. En la década de 1950, Herman Kahn, de la Rand Corporation, introdujo la técnica innovadora de la planeación de escenarios, un proceso estratégico mediante el cual los investigadores podían derivar múltiples resultados especulativos. En nuestros tiempos cada vez más inciertos, estos ejercicios de pronóstico ayudan a prepararnos para una gama de fenómenos culturales complejos y emergentes. Intentamos adelantarnos a un proceso en desarrollo y anticipar hacia dónde podría conducir.

Brick Paintings utilizan métodos redundantes de reproducción técnica, desde cámaras con drones, pasando por cine y pantallas, hasta monograbados y más. Estas distorsiones granulares se superponen luego con barniz o pintura al óleo y se yuxtaponen con reacciones químicas abstractas para desafiar nuestras nociones tradicionales de lo tecnológico y lo natural. Su sustrato, aluminio pulido a espejo, refleja al espectador y fractura su campo visual, transformando las pinturas tanto en objeto como en lente.

Ya en 1983, el teórico de los medios y filósofo evolutivo Vilém Flusser nos advirtió que la humanidad estaba rodeada por un universo de imágenes técnicas. Hoy, nuestras herramientas se interponen entre nosotros y el mundo natural tal como lo habríamos conocido. El juego de rol en línea se ha convertido en realidad política. Las ciudades inteligentes han crecido hasta volverse organismos sensoriales simbióticos que ven, oyen y sienten como un cuerpo vivo. La planificación urbana ha coevolucionado hasta convertirse en una retícula global cruzada de centros de datos. Los cables se enrollan sobre la superficie terrestre, corriendo bajo tierra y bajo el mar. El planeta mismo ha brotado un exoesqueleto tecnológico de satélites repetidores que reflejan señales hacia los habitantes de abajo. A través de nuestras redes digitales de comunicación, descargas electrónicas de atención pulsan y sobresaltan una red metabólica de creadores y consumidores de imágenes. Desde dispositivos móviles interconectados, ejecutamos secuencias de danza rítmica coreografiadas donde nuestros cuerpos físicos son animados por algoritmos digitales. Nuestras ficciones alucinatorias ahora reconfiguran el mundo material para adecuarse a su imagen técnica. “¡Todo es computadora!”

En Jonah Freeman: Soft Math (Cloud in the Eyes), Jonah Freeman evoca una lógica que no es estrictamente computacional ni puramente orgánica. Este orden maleable y generativo refleja el terreno ambiguo de nuestro mundo hiperconectado. La noción remite al trabajo de los Automata Celulares de John Von Neumann, en los que conductas complejas, semejantes a la vida, emergen de reglas digitales simples. Los píxeles titilan encendiéndose y apagándose, formando nuevas estructuras que sugieren evolución, e incluso inteligencia. Estos patrones emergentes complican los límites entre caos y orden, colapsando el binario de lo sintético y lo orgánico. Freeman revela un mundo en el que la computación ya no imita a la naturaleza: se vuelve indistinguible de ella.

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